lunes, 8 de marzo de 2021

CRITERIOS GENERALES PARA ESTABLECER NORMAS Y LÍMITES








El primer paso es mostrar seguridad y firmeza. Lo que digo y mi expresión facial deben decir lo mismo.


1. Recordar que ser firmes no implica dejar de ser cariñosos. Mi tono de voz indicará respeto y cariño, a la vez que mi expresión indicará firmeza.

2. Dar instrucciones claras. Frecuentemente decimos “pórtate bien” “no hagas eso” “quiero verte bien limpio”, etc., todas esas instrucciones son inespecíficas, ya que tienen diferente significado para las personas. En lugar de eso, procuremos darles normas más claras y concretas: “coge mi mano para cruzar la calle”, “lávate los dientes y las manos”. “Hemos quedado que el horario del ordenador es de 9 a 10”. Esto nos dará mejores resultados.

 

3. En algunos casos puede ser útil, darles a escoger entre diversas opciones, como por ejemplo elegir qué ropa quieren ponerse, qué fruta quieren comer. Esta libertad les enseñará que, cuando sea posible, podrán elegir, reduciendo así las resistencias.

 

4. Reforzar las conductas positivas, aunque nos parezcan pequeñas.

 

5. Sancione la conducta y no al niño. En vez de decirle “eres un desordenado”, le diremos “es hora de que arregles tu cuarto” La palabra de los padres es como ley para el niño, por ello debemos prestar atención a lo que decimos y evitar ETIQUETARLO.


6. Evite sobreprotegerlo, ya que es una forma de decirle “eres un incompetente”. La lástima promueve la debilidad, mientras que la comprensión promueve fortaleza.


7. Evite los NO que desconciertan. Los hijos obedecen más cuando les decimos qué es lo que tienen que hacer en un tono amigable, en vez de decirles qué es lo que “no” tienen que hacer. “Cuando acabes la tarea puedes ponerte al ordenador”, en vez de “si no terminas la tarea no vas al ordenador”.


8. Sugiera alternativas aceptables por ejemplo “no puedes tomar el helado antes del almuerzo, pero te lo puedo dar después”. De esta forma somos comprensibles con sus deseos y menos arbitrarios.


9. Explicar el porqué de las cosas de forma clara, corta y sencilla. Antes de dar una larga explicación que puede distraerlo manifieste la razón en pocas palabras. Por ejemplo: “Si pegas a los niños, no querrán jugar contigo”; “Cuando todos colaboramos, el ambiente de casa es mucho mejor”.

10. Controle sus emociones. Recuerde que la disciplina es enseñar a los niños cómo comportarse y no podemos enseñarles un buen comportamiento si es que estamos alterados. Recordemos siempre que nuestros hijos son grandes observadores y aprenden por imitación, y son los padres sus principales referentes: sea un ejemplo a seguir.

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